Mi espejo está en mi

MIRADA INTERIOREspero y espero y nada de lo que espero llega, pueden pasar días o años y no llega, no hay forma de que aquello que estoy esperando ocurra, no hay nada, solo quietud y espera, como si de un mar de petróleo, denso y pesado, se tratara.

Alguien me mira y se sonríe, con cara de lástima, como pensando que la espera es desesperanza, desazón y angustia, porque nada de lo que espero ocurre y nada de lo que ocurre es lo que espero. Esa conmiseración me saca de mis casillas, así que me encaro, me revelo, pero no conmigo, si no con él, aunque algo hay en sus ojos que me causa cierto respeto.

No es conmigo con quien te debes enfurecer, es contigo mismo, con tu apatía, con tu quietud, con tu victimismo. Mientras lo dice, miro fijamente a sus ojos y me veo en ellos reflejado, como un despojo de mi mismo, apenas un hálito de lo que un día fui. Es como si me dieran un golpe fuerte, muy fuerte en mi propio yo, en mi esencia, en mi ser, y es que no es a mi a quien estoy viendo si no a una sombra de mi mismo.

¿Qué necesitas para volver a ser tu?, me pregunta, ¿qué tiene que ocurrir que no haya ocurrido ya?, ¿a qué temes?

Preguntas duras, preguntas profundas que me hacen rebuscar en lo más íntimo, en los miedos más arraigados, en las creencias más enraizadas. Oscuridad, frío, soledad.

Vuelvo a mirarle y veo que a quien miro es a mí mismo reflejado en el espejo, es conmigo con quien estoy hablando, es en mis ojos en los que veo el reproche, soy yo el que censuro mi comportamiento, porque soy yo quien veo la parte más oscura de mi ser, aunque también se ver la más luminosa, y entonces comprendo y se que soy porque quiero ser, porque lo busco, porque no espero si no que actúo.

Es posible que te sientas reflejado en esta reflexión, reflexión hecha por miles de personas a diario, personas que en su día, pensaron que tiraban la toalla, hasta que tuvieron el coraje de volver a ser ellas mismas, en su propia esencia, dirigiendo sus empresas, sus comercios, sus oficios, sus estudios, sus pasiones y, en definitiva, sus vidas.

¿Salimos a buscar nuestras respuestas o nos quedamos a que otros nos las den?

Acerca de koakura

Mi pasión coincide con mi profesión, el desarrollo de Personas y Equipos, a través de herramientas diversas como el Coaching, ya sea Ejecutivo, de Vida o de Equipos, la Dinamización de Equipos, la Formación experiencial o cualquier otra. Inicié mi carrera profesional en 1986 y, desde entonces, he ocupado todo tipo de posiciones en el ámbito empresarial, desde promotor hasta miembro del Comité de Dirección, Gerente y Socio en una Consultora de ámbito internacional, aunque me defino como una persona que acompaña a otras en su tránsito allá donde quieran ir, ya sea de forma individual o en Equipo. Estoy convencido del potencial infinito del ser humano, así que en cada intervención percibo crecimiento y el impacto que este causa en el entorno; y si el potencial del ser humano es infinito, cuando son varias las personas que se unen con un fin común, el horizonte es aún más esperanzador, ya que el potencial se multiplica exponencialmente.
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4 respuestas a Mi espejo está en mi

  1. Javier Fernández dijo:

    Que buena reflexión, que buen mensaje y sobre todo, que oportuno. Gracias

    • koakura dijo:

      Muy buenas Javier,

      Me alegro de que ese puñado de reflexiones te hayan sido útiles; me parece leer que te han llevado donde querías empezar a estar.

      Un abrazo y feliz tarde, con todo mi agradecimiento por tus palabras.

  2. Andrea dijo:

    Acabo de caer hoy en tu blog indagando y te he encontrado. Gracias por estos minutos de lectura y reflexión! ¡Me gusta mucho como escribes!

    • koakura dijo:

      Muy buenos días de nuevo Andrea, ¡has conseguido ruborizarme!!

      Muchas gracias por tu amable comentario y por tu piropo que, además, me encanta; es gratificante leer que estas reflexiones pueden ser útiles.

      Un abrazo gordo

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